De marte a venus, pasando por mercurio
Nos encanta hablar de empoderamiento, de reivindicación del lugar de la mujer en una sociedad donde impera lo masculino. Se ha avanzado mucho, no hay duda, pero la realidad sigue arrojando datos como la brecha salarial del 14,2% y el hecho de que solamente 23.78% de los miembros de Consejos de Administración de empresas del IBEX 35 son mujeres.
La realidad es la que hace necesario seguir construyendo, seguir aportando para generar un modelo de liderazgo abierto e incluyente. En Humanleaership creemos en un liderazgo que se sustenta en la autenticidad. Por eso proponemos afrontar la realidad con un modelo de liderazgo en femenino.
Enfrentar los retos marcando la pauta con una mirada diferente a la imperante.
Pero, ¿cuáles son esos retos?
- Asumir nuestras oportunidades
- Equilibrio emocional
- Autoconfianza
- Conectar con nuestra esencia
Para desarrollar estos objetivos de aprendizaje te proponemos responder a una pregunta cargada de simbolismo: ¿cómo llegar de Marte a Venus pasando por Mercurio? La solución al enigma pasa por emprender un camino de autoconocimiento que conecte con el legado histórico. ¿Qué valores representan cada una de estas figuras míticas? ¿Cuál es su vigencia? ¿Cómo podemos dar forma a un modelo realmente incluyente? A través de preguntas como estas buscamos que lo singular y personal conecte con lo universal y compartido para abrirnos la posibilidad de reinventarnos.
Las tendencias actuales nos piden más visión femenina
Nos animan a valorar cada vez más estas actitudes que nos brinda la visión femenina en su sentido más amplio: la ecología, la sostenibilidad, la inclusión, la empatía, el bienestar personal e incluso el autoconocimiento.
Organizaciones históricamente masculinas
Hoy en día es esencial potenciar la dimensión femenina en el liderazgo porque históricamente hemos puesto muchísimo peso en las dimensiones masculinas:
- Foco
- Orden
- Determinación
- Agilidad
Las dimensiones masculinas llevadas a su extremo traen estructuras muy piramidales, concentración de las decisiones en pocas personas, alta rapidez en la ejecución y sin embargo poca creatividad, poco vínculo con los empleados, mala gestión emocional y poca capacidad de adaptación al entorno (mucha obediencia poca creatividad). Ahí nos encontramos a una buena parte de las organizaciones.
¿Son las organizaciones principalmente femeninas mejores?
Según un estudio vio que las startups fundadas y cofundadas por mujeres en realidad se desempeñaron mejor con el tiempo, generando 10% más en ingresos acumulados durante un período de 5 años: 620.000 euros en comparación con 563.000 euros de los hombres con una inversión inferior (aquí en businessinsider).
Femenino no siempre significa mejor
Y sin embargo por nuestra experiencia también hemos visto organizaciones con altos porcentajes de mujeres que se desbordan por los valores femeninos.
Organizaciones donde la emotividad es tan alta que el foco no está en el negocio sino en las emociones, donde no se pueden hablar las dificultades por miedo a que sente mal la comunicación, donde la confusión es alta y la efectividad baja.
El equilibrio hoy pide más femenino
La vida laboral ocupa gran parte de nuestro tiempo y por tanto las empresas tienen la responsabilidad de actualizar sus parámetros de eficacia, pues ya no se trata solamente de generar beneficios económicos. La empresa del futuro quiere además mejorar el entorno y dar posibilidades a los empleados de desarrollarse como personas.
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