Cuando hablamos de nueva normalidad cometemos un error de bulto y es que en el corto plazo no va a existir un paradigma que podamos llamar «normal».
Antes se hablaba de VUCA (volatil, incierto, complejo, ambiguo) y más bien era una palabra, hoy en día entendemos qué significa porque lo vivimos cada día con el covid-19:
No saber si hoy podremos salir a la calle, si nuestros negocios van a poder estar abiertos, si podemos reunirnos con 6, 10 o π personas, si podemos tener a los equipos trabajando en la oficina o si deben estar en remoto.
… y sin embargo sólo hemos visto el principio.
¿Qué profundidad de cambios va a generar la crisis del covid-19 que estamos viviendo?
Una vacuna no va a cambiar lo esencial porque el problema ya no es solo médico.
- Nos encontramos ante una tensión política muy alta que no sabemos hasta que punto puede llevar a puntos sin retorno.
- La deuda mundial está disparada, con déficits que se esperan récord y unos bancos centrales en plena expansión monetaria. ¿Es sotenible?
- Sectores como el turismo o la restauración, ¿Volveremos a ver las aglomeraciones en las playas que habíamos visto? ¿Podrán sostener los negocios el período más duro?
Así Deutsche Bank hablaba de que se nos avecina una era del desorden.
¿Cómo nos afecta este nuevo paradigma disparado por el covid-19 a las empresas?
Martes lo analizamos