En estos tiempos que todo sucede tan deprisa necesitamos espacios donde la prisa no nos coma. El Slow consulting: la estrategia tranquila, nos proporciona momentos para reflexionar a largo plazo sobre la dirección y el sentido de lo estamos construyendo y para qué lo estamos haciendo.
El liderazgo empresarial no puede caer en sólo abordar la urgencia del día a día porque entonces sólo estamos sobreviviendo como organización y nadie lidera. Ésto lo vemos en líderes que llenan su día con reuniones, altamente efectivos (en teoría) y sin embargo están dejando de lado su función principal como líderes.
El mundo está acelerando radicalmente la velocidad de cambio. 2022 cerró con la revelación de chatGPT y ya hay una empresa legal que ofrece 1 millón de dólares a alguien que quiera en el juicio hacer exactamente lo que la inteligencia artificial diga.
Slow consulting: la estrategia tranquila es la posición que tomamos como consultores para poder mantener la perspectiva.
Acompañar a las organizaciones a ver y desarrollar los factores fundamentales estratégicos que están afectando al desarrollo del negocio, a la potenciación de la cultura empresarial. La tranquilidad del Slow Consulting trata de salir de las prisas de los resultados y los trimestres para ver la perspectiva global. Aquellos factores que serán claves en el medio y largo plazo.
La velocidad de cambio se acelera. ¿Estamos preparados para adaptarnos al cambio constante?
Ya tenemos estudios que hablan de que las empresas más competitivas son las más adaptables. Necesitaremos la máxima adaptabilidad, mantener a los equipos motivados a aprender, distribuidos para ser lo más autónomos posible, con un propósito claro para que rememos en la misma dirección.
El liderazgo necesita ampliar el pensamiento de un buen estratega de negocio para incluir un buen estratega de cultura. Para que el crecimiento no sea en base sólo al conocimiento del negocio que tiene el líder sino en base al conocimiento distribuido, mucho más amplio y sensible que sí incluye su conocimiento aunque sólo como una de las informaciones disponibles. Un líder tiene ideas y propuestas muy cualificadas con base a una gran experiencia que necesariamente se verán confrontadas con otras ideas y propuestas. Cuando somos capaces de integrar la inteligencia colectiva quedará la propuesta más sólida, la que mayor impacto pueda generar y no necesariamente la que pensó o ideó el líder. No buscamos al mejor, buscamos lo mejor y pasa por un juego en equipo.
Ésa es la grandeza de liderar distribuidamente y el paso difícil que el líder puede dar: Dejar de ser el protagonista, para ser el desarrollador de la cultura que potencia al resto.
Los cambios culturales requieren tiempo. ¿Por dónde empezamos?
Evaluación: Test empresarial de desarrollo humano
Necesitamos evaluar en qué punto está nuestra cultura y cómo podemos evolucionarla. Desde Human leadership trabajamos con el Test empresarial de Desarrollo Humano, creado y desarrollado por un equipo de 10 consultores empresariales, validado con consultores externos referentes en desarrollo empresarial y contrastado con más de 70 empresas que ya han realizado el test y obtenido su evaluación.
En él analizamos el crecimiento empresarial desde la perspectiva humana. Toda empresa para crecer necesita ciertos puntos de paso. En este test miramos en qué momento se encuentra y qué necesita desarrollar para poder crecer de forma sostenida en el tiempo.
Responder el TEDH toma 20 minutos, podemos hacerlo en equipo y sirve en sí mismo como un elemento de reflexión sobre la organización. Realizamos la entrega del resultado del test, dedicando una hora de consultoría al análisis junto a ti los aspectos que más destacan y el perfil de liderazgo que se desprende. En todo test los empresarios descubren algo nuevo sobre su organización.
Con ello ya tendremos una perspectiva de qué aspectos culturales se pueden mejorar.
Si ya tienes claro por dónde quieres empezar, hablemos. Estamos aquí para ayudarte. Si quieres más información contáctanos: